
08 Feb ¿Habla el tercer sector de la Agenda 2030?
En los últimos meses, por temas de trabajo, he estado bastante pendiente de la conversación en Twitter alrededor de la Agenda 2030. Desde el principio me llamaron la atención dos cosas que están claramente relacionadas.
La primera es que la conversación no siempre se hacía desde una visión positiva de la Agenda 2030. No digo que me sorprenda que hubiera críticas a los ODS, a la falta de compromiso de los gobiernos o mensajes sobre la falta de avances al respecto. Digo que me encontraba regularmente con tuits que trataban de vincular la Agenda con un hipotético plan de determinadas élites para acabar con la actual forma de vida de la humanidad. Mensajes como este, por ejemplo.
La segunda que me llamó la atención es que el tercer sector no tenía mucho protagonismo en la conversación sobre la Agenda 2030. Reitero que soy consciente de que hay una visión crítica por parte de las ONG (o al menos algunas de ellas) sobre este tema. Pero sorprende que, dado que es la agenda internacional para acabar mejorar la vida de las personas y proteger el planeta, no le hagan algo más de caso.
Para que no fuera una cosa de impresiones, durante el mes de enero de 2021 hice un pequeño seguimiento del hashtag #Agenda2030. En los 31 días de este mes, en diferentes momentos, busqué los 10 tuits más recientes publicados en castellano y los clasifiqué según dos categorías:
1.- Respecto al tono, dividí los tuits en “analíticos” y “conspiranoicos”. Los primeros hablaban de la Agenda 2030 planteando los problemas del mundo, los retos, la necesidad de un mayor impulso, lo que se está haciendo o no para contribuir a sus objetivos, etc. Los “conspiranoicos” eran del tipo que decía más arriba. Es decir, vinculaban los ODS con el concepto “plandemia”, la destrucción del actual orden mundial o con la COVID-19 como herramienta para acabar con la humanidad, por poner algunos ejemplos.
2.- Respecto a la autoría, dividí los tuits entre publicados por entidades del tercer sector y por otras entidades o personas a título individual.
En los 310 analizados me encontré lo siguiente: 102 de ellos, casi un tercio, los califiqué como “conspiranoicos” y solo 4 tuits, algo más del 1%, fueron publicados por entidades del tercer sector.
Es decir, parece haber un discurso “conspiranoico” alrededor de la Agenda 2030 muy relevante. Y muy poca presencia del tercer sector en esta conversación. Incluso los contenidos que califiqué como “analíticos” se realizan principalmente por empresas, administraciones públicas, universidades y particulares, y no tanto por ONG.
El riesgo de lo conspiranoico es más que evidente. Pero el tema de la autoría también es relevante, ya que el discurso sobre la Agenda 2030 parece que se está construyendo con escasas contribuciones desde lo social. Las empresas nos cuentan las bondades de que su flota de vehículos ahora se mueva con gas; el ayuntamiento que ha plantado algunas decenas de árboles en la avenida principal; o la universidad que está haciendo un curso sobre el tema. Y las ONG cuentan muy poco. No digo ya un análisis en términos políticos. Es que ni siquiera vinculan su día a día con la Agenda, que evidentemente lo está.
Parece que el discurso sobre la #Agenda2030 se está construyendo con pocas contribuciones desde lo social (al menos en Twitter) Clic para tuitear
No es cuestión a partir de ahora ponerle el hashtag #Agenda2030 a todos los tuits que publiquen, pero sí quizá tener algo más de presencia. Porque es posible que esas personas no convencidas, esas a las que estamos deseando llegar, si buscan qué es eso de la Agenda 2030, encuentren antes que lo mejor que pueden hacer para contribuir a la consecución de los ODS es seguir comprando las bebidas de la famosa marca de refrescos o seguir votando a la actual alcaldesa. O peor todavía, que se trata de un plan de Soros y Gates, que manipulan a los representantes políticos de todo el mundo para acabar con la humanidad.
Terminé de escribir este post en Madrid el 8 de febrero de 2021
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