20 Ene Luchar contra la indiferencia
Sigo recuperando ideas interesantes de lecturas pasadas. En Protozoos insumisos (título genial, por cierto), un libro editado por Intermón Oxfam, me encontré a uno de los principales enemigos para lograr un mundo sin pobreza: la indiferencia.
Un periodista preguntó a Woody Allen, cuando fue a Oviedo a recoger el Premio Príncipe de Asturias, cuál consideraba el problema más importante. «La indiferencia», dijo. Seguramente otros parecen más acuciantes, más evidentes, como el hambre, la violencia o el deterioro ambiental. «La injusticia» podría haber dicho, si lo que quería era ir a las causas. A mi entender, sin embargo, dio en el clavo, porque sólo la indiferencia nos permite convivir con la injusticia que se traduce en hambre, violencia, privación de derechos fundamentales y otras sinrazones. Indiferencia que permite no conmoverse ante el dolor ni enterarse de lo que pasa. Indiferencia, en fin, que actúa como un filtro para percibir (o no percibir) la realidad, que tal vez explique de qué amenazas nos defendemos, y cuáles ni siquiera percibimos como tales.
La cita es de: Araceli Caballero (2009) Protozoos insumisos. Ciudadanía y consumo responsable. Intermón Oxfam, Barcelona.
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